No hay silencio en esta imagen, solo la memoria de un estallido. La textura áspera, el trazo violento y los contrastes marcados son las huellas de algo que ya pasó, pero aún vibra. Es el eco de una emoción sin nombre, el ruido que deja su forma cuando todo lo demás se ha ido.
Observación: El diseño puede presentar ligeras variaciones en su composición según la medida elegida, conservando siempre la esencia de la obra.
